En esta entrada vamos a tratar de forma clara y concisa, las cuestiones más importantes que debemos saber para entender qué es la motivación, cómo funciona y en qué aspectos influye de nuestra vida diaria. Si llevas tiempo preguntándote acerca de la importancia del plano motivacional en tu vida o en la de tus seres queridos, confiamos en que esta lectura resuelva bastantes de tus inquietudes.
¿Qué es la motivación?
Realmente es un fenómeno que los que sois padres conocéis muy bien, pues no hay mayor motivo para enfrentarse a todas las dificultades que surgen en el día a día, que la permanente lucha por el bienestar de los hijos.
Brevemente yo definiría la motivación como una “conducta espontánea orientada a conseguir un determinado objetivo”. A pesar de que no existe consenso acerca de su significado, entendemos por motivación un proceso que hace brotar en nuestro interior un sentimiento de atracción hacia una determinada cuestión, y que genera y dirige nuestra conducta para la conquista de esa meta. El fin que perseguimos es el motivo que propicia nuestra conducta “motivada”. La motivación es resultado de una mezcla de factores externos e internos y se caracteriza por ser cambiante e inestable, por lo que todos coinciden en señalarlo como un fenómeno dinámico.
¿Cómo funciona?
Como ya hemos comentado existen gran cantidad de variables que actúan conjuntamente condicionando la respuesta motivacional de una persona. Para comprenderlos mejor, se clasifican en dos grandes tipos:
Factores externos: Aquellos relacionados con el contexto en el que se desenvuelve, como el ámbito familiar, escolar (como el ambiente de la clase, la personalidad de los docentes,…), reforzadores (recompensas), etc.
Factores propios de la persona: Aquellas características psíquicas que nos definen a cada uno, y que nos diferencian de los demás. Generalmente se clasifican en tres tipos:
- Afectivos (Nuestra dimensión emocional y los sentimientos)
- Personalidad (Autoestima, autoconcepto)
- Cognitivos (Inteligencia, habilidades, expectativas)
Es fácil caer en la cuenta de que estas relaciones no nos afectan a todos igual. Cada uno nacemos con un material de partida distinto, y por si eso fuera poco, en adelante viviremos situaciones diferentes. Todos estos factores moldean nuestra forma de ser, y esta complejidad resulta en una enorme diversidad de casos motivacionales.
Podríamos decir a forma de ejemplo, que la motivación es como una compleja receta de cocina compuesta de un gran número de ingredientes. Tanto, que es imposible conseguir repetir la receta idénticamente, ya que el mínimo cambio en la cantidad de uno u otro ingrediente, cambiará su sabor final. Si probáramos nuestro plato, no seremos capaces de identificar cuál es la cantidad concreta de cada ingrediente que hace que este se desvíe de su sabor original. La motivación se comporta de igual manera, no encontraremos dos casos iguales, y para conseguir un buen resultado debemos ser conscientes de las complejas relaciones que actúan.
Al igual que en el ejemplo, será imposible repetir la receta exactamente, pero eso no significa que no podamos cocinar un plato delicioso. La compleja naturaleza de la motivación hace que sea imposible ofrecer una guía universal que solucione el problema con total eficacia. Pero sí que se conocen pautas generales que ayudan a aumentarla, con sencillos cambios podemos obtener una increíble mejoría. Eso si, para un resultado más sólido siempre es recomendable una análisis detallado de las características concretas de cada persona.
En motivación, como en cualquier aspecto vital, no debemos ser conformistas. Trabajar el control de nuestro plano motivacional a fondo, nos permitirá ir más allá y conseguir un resultado firme a largo plazo. Conociéndonos bien a nosotros mismos, reflexionando sobre las metas que queremos alcanzar, y convenciéndonos firmemente de lo importantes que estás son, estaremos en disposición de poner nuestra motivación al servicio de nuestros sueños.
¿Como afecta al estudio?
La motivación afecta directamente sobre nuestro rendimiento al realizar cualquier tarea, como puede ser el estudio. En este caso la motivación se relaciona con la curiosidad, el deseo de aprender. Para conseguir buenos resultados académicos, es imprescindible que el alumno mantenga una buena relación con el aprendizaje, ya que si se convierte en un castigo, el fracaso estará asegurado tarde o temprano.
Uno de los aspectos más significativos y fáciles de trabajar, es la visión del estudio que hay en casa. Si tenemos una percepción valiosa del aprendizaje, valoramos la búsqueda de respuestas, y conseguimos transmitirle estos valores a nuestros hijos, bien seguro que la motivación hará su trabajo, aumentando su interés y con este su rendimiento en las tareas escolares. Por eso es muy importante cuidar el reconocimiento del aprendizaje en casa, como un aspecto fundamental de las personas, que nos ayuda a tomar mejores decisiones, ser mas efectivos, y más libres.
Esta dependencia entre el valor que se da en el hogar, y los resultados escolares de los alumnos está ampliamente reconocida. Un ejemplo de su relevancia es el informe de Inclusión Social en España (2009) de la Obra Social Caixa Catalunya. En él, tras analizar los datos de los nacidos entre 1971 y 1980, se comprobó que el 73% de los estudiantes cuyo padre tenía un título universitario también lo tiene, mientras que el porcentaje se reduce al 20% entre aquellos cuyo padre no tenía ninguna titulación. Es difícil señalar un motivo concreto que explique está relación, pero sin duda uno de los que más peso tiene, es la importancia que se presta en estos hogares a el aprendizaje.
Para acabar me gustaría hacer la siguiente reflexión:
¿Qué estamos haciendo mal, para que el deseo de aprender, la curiosidad, de los niños se apague tan fugazmente?
Los niños vienen de seria con una irrefrenable curiosidad, un afán imparable por aprender, una búsqueda incansable del «por qué» de las cosas. Todo se lo preguntan, aprender no les supone ningún esfuerzo. Sin embargo los datos nos dicen que algo estamos haciendo mal:
Al 30% de los estudiantes de Primaria y al 60% de Secundaria no les gusta estudiar.
Informe Fundación Antena 3 y Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid (2010)
La falta de apetito por aprender se duplica de la primaria a la secundaria, sin que seamos capaces de cambiarlo. Buscar una respuesta a estos sucesos es urgente. ¿Cómo y por qué se apaga la llama del deseo de aprender de nuestros niños?
Posiblemente tengamos que replantearnos mucho de la forma en que trabaja nuestro sistema educativo, quizá tengamos que entender la educación de otra manera. Sobre estas cuestiones hablaremos largo y tendido en futuras entradas de blog, pero antes de despedirme, os dejo una cita que probablemente apunte en el camino que deberíamos seguir.
<Las personas tienen más éxito cuando hay otras personas que entienden sus talentos, desafíos y habilidades> Ken Robinson, El Elemento.
Si te gusto este post también te pueden interesar:
¿Algo que decir? Estamos encantados de leerte, ¡comenta!
Si te pareció útil este post compártelo con tus contactos.



Entradas recientes
Comentarios recientes
- Sandra López en LOMCE: Ya sabemos cómo será la reválida de Bachillerato.
- Josue en Qué es la motivación y como afecta al estudio
- Maria Jose en Qué es la motivación y como afecta al estudio
2 Comentarios. Dejar nuevo
En ello estamos… que complicado
No es fácil, tratando de ser positivos hay que pensar que las dificultades sirven para conocerse mejor, y nos preparan para los retos futuros. Ahora es un momento importante en su formación, y hay que entenderlo como una oportunidad para mejorar. Después de la tempestad …