Vamos a desgranar paso a paso, todos los aspectos que hemos de tocar a la hora de elaborar un método eficaz de apoyo al aprendizaje, y cómo están presentes en nuestra forma de trabajo. Comenzaremos tratando un tema muy importante, y que damos de lado con frecuencia. Para alcanzar cualquier objetivo que nos propongamos hemos de seguir una estrategia. En el caso que nos ocupa, las fases que hay que superar para alcanzar una meta académica, podemos resumirlas:
Habitualmente el trabajo de las academias se ha centrado únicamente en el punto 4, ayudando a los alumnos en su trabajo diario (deberes) para que no abandonen por «quedarse atascados» en alguna parte de su temario. Por el contrario, nuestra iniciativa persigue dar una solución integral al problema, y ayudar al alumno a comprender las etapas que debe superar para alcanzar el objetivo.
Para no extendernos demasiado se tocan sólo los aspectos fundamentales. Pero hay enlaces (color azul) a información más detallada, en cada cuestión que es interesante profundizar, para que los argumentos estén completos.
MOTIVACIÓN
Habitualmente el motivo que está detrás de los malos resultados escolares es la falta de interés hacia el estudio. Por ello la primera meta que nos fijamos es conseguir cambiar esa dinámica de desinterés. Además la obligatoriedad de la escuela puede generar sentimientos de frustración y rechazo que debemos evitar. Para ello es imprescindible identificar las causas que están en el origen de su desmotivación y planear cómo actuar para cambiar esta dinámica.
Este proceso puede ser lento, pero es vital para su futuro desarrollo. La desmotivación es producto de la acción conjunta de varios factores. Así transformando poco a poco los agentes que actúan negativamente en su motivación por sentimientos positivos hacia el aprendizaje, podemos revertir este círculo vicioso, dar un giro en su relación con el aprendizaje, y lograr un resultado que no sólo se refleje a corto plazo, sino que repercuta en el futuro éxito académico y personal del alumno.
Despertar el interés de los alumnos debe influir en todos los aspectos de la labor educativa, y por supuesto en el método. En la academia nos lo tomamos muy en serio, por eso un punto clave de nuestro trabajo es la la búsqueda de una metodología atractiva para el alumno, que consiga reavivar la llama del interés y facilite una experiencia de aprendizaje agradable. Todas nuestras acciones están pensadas para crear un ambiente que potencie al máximo el interés por aprender.
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